13 de noviembre de 2002. SOS. Una desgracia asola al pueblo gallego. Un petrolero llamado Presitge se hunde y esparce todos sus residuos en la belleza del mar dejando un pueblo atónito ante la mirada de tanta oscuridad y tristeza.
En el interior del barco también hay un caos, la tripulación apenas dispone de tenedores para poder comer y muchas veces comen los espaguetis con las manos, son unos verdaderos marranos.
Lo único que se puede salvar es el gran paisaje adornado por bambús que se puede disfrutar a través de la ventana del barco muy cerquita de la playa. Pero miras el mar y el paisaje ha dejado de ser exótico.
IRIS