13 DE NOVIEMBRE DE 2002. S.O.S., la noticia está en todos los medios, el Prestige se ha hundido liberando la carga de sus tanques, 77.000 toneladas de crudo. Me impacta la noticia por sus efectos en el medio ambiente y me pregunto ¿qué puedo hacer yo?; me respondo cogiendo la mochila y viajando 800 kilómetros para, con botas, guantes, mascarilla y ropa adecuada, rastrillar cientos de metros de playa retirando algo de lo que nunca había oído hablar, el chapapote, un engrudo viscoso y oscuro que atrapa, condenando a morir, a crustáceos, peces y aves. En 20 días, los voluntarios retiramos ingentes cantidades de esa materia contaminante, pero es mucho más lo que queda por extraer.
8 DE ENERO DE 2003. En la radiografía de la revisión médica rutinaria me han detectado un bulto. Es negro, pastoso y espeso. Está cerca del alma.
Bartleby