13 de noviembre de 2002. S.O.S. Un comunicado urgente se emite desde un buque petrolero al sufrir una grieta en su casco frente a la costa de Fisterra. El Prestige. Una repentina tormenta lo precipita a la deriva. Arrastrado a un abismo, sin rumbo, sin timón, maltrecho, se convierte en pocas horas en un vendaval de miedos.
Rezumaron de bocas como cloacas, negros hilitos de plastilina. Mentiras.
No pasa nada y erradas decisiones, se volvieron puñales por la espalda. Traición.
Sarta de mensajes ennegrecieron el ambiente igual que el vómito vertido en las costas de vida y de muerte.
Tras los cristales, las miradas tristes de madres y esposas, en sus estribillos cotidianos, saben que entre el mar y el hombre, el duelo es desproporcionado, sólo esbozan la sonrisa cuando las barcas regresan a puerto, hoy lloran por la marea negra.
Chapapote, mentiras y traiciones. Nunca mais!
Azabache