13 de noviembre de 2002. SOS. El día en el que se vivió un escándalo. Un día de aguas teñidas por la indecencia del mal hacer, de la no previsión de las consecuencias de un petrolero aceptado como eficaz y puesto en un mar repleto de vida, al que el zarpazo del Prestige tiño la espuma desde donde se formo Afrodita. El mensaje del mar afincado en el inconsciente colectivo de los pueblos costeros, respetuosos con el mar Cantábrico despertó el “nunca mais” y grupos de voluntarios se dedicaron a limpiar “el chapapote” (desgraciada consecuencia, inconsciencia sin responsabilidad ética ni política) Desde un mar en el que la mitología y la historia de cualquier pueblo entro en conflicto con una actuación nefasta que dio pie a que el pueblo respondiera a la desesperada y conciencia de grupo, de colectivo que no podía ver “hilos de plastilina” en tanta oscuridad.
HIROKO
