Había una vez un niño que se llamaba Peter y le encantaba el mar. Un día había decidido ir a la playa con sus amigos.Cuando estaban en la playa uno de sus amigos decidió irse muy lejos de la orilla y su amigo le dijo:
- Ten mucho cuidado porque dicen que hay cocodrilos de agua salada y además hay corrientes muy fuertes.
A su amigo le dió igual y se fue al mar. Él se quedó muy preocupado por si le pasaba algo.
Minutos más tarde su amigo escuchó un grito:
- Ayudaaaaaaa!- su amigo fue corriendo a ayudarle y cuando se acercó vio que había un cocodrilo al lado, pero él se metió en el agua,encontró un palo y le clavó el palo en el ojo.
El cocodrilo se fue y consiguió rescatar a su amigo y le dió las gracias por salvarlo.
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